Ayer, 8 de marzo, recibí un saludo que me llevó a actualizar un pedacito de mi discurso interno sobre la fecha. Nada de esto me pareció ofensivo. Al contrario; fue desde el cariño y vino en formato de nota de voz, solo que se solapó con que era el viernes de una semana eterna, muy agotadora mental y emocionalmente para mí. El mensaje decía algo sobre “no dejar de luchar hasta conquistar lo que queremos como mujeres”.
Me imaginé como un personaje distinto a quien soy. Honestamente, solo iría a luchar si la batalla tiene convocatoria en un lugar y por un tiempo determinado, como en un ring de lucha, más precisamente al que vas a dejarlo todo. También iría si cuento con la preparación física, porque fue el deporte de combate que elegí y porque sé que tengo un único objetivo: derrotar directamente a un oponente. Bastante básico, pero luchar también suena a que pesa y agota un montón; como algo que no es tan sostenible por mucho tiempo, o por toda una vida.
Quizás sean mis delirios de cansancio pero no creo que yo quiera luchar por elección y que esto me genere algún tipo de satisfacción, a través de la cual también pueda encontrar inspiración. Aunque de adulta sí tenga que elegir mis propias batallas —como dicen por ahí— estaba segura de que existe otra palabra que resuena mejor conmigo cuando escuché este mensaje. Otra palabra con el mismo peso pero más sustentable y aplicable en el día a día.
En una época de tener que elegir las palabras con pinza para evitar incomodar a la menor cantidad de personas posible, yo elegí la lucha personal de no ponerme a debatir ante lo que alguien quiere decir y lo que yo prefiero escuchar, a menos de que realmente me toque defender. Este mensaje no era esa ocasión pero me hizo pensar después de un rato sobre el lugar en el que prefería estar. Ciertamente hay que luchar, en principio, por la igualdad de derechos y la violencia en contra de la mujer como meta final, entre tantas otras cosas horrorosas que nos suceden.
Después de este mini lapso de introspección, en el día a día yo defiendo —o mantengo, conservo, sostengo, protejo— todo eso que decidimos y buscamos ser. Así sí puedo dedicarle mi vida, porque a fin de cuentas, un lugar común en donde siempre podré encontrar motivación es en el trabajo o en la trayectoria de nosotras mismas; en espacios en donde existe la hermandad, la reinvención, la resistencia y la superación ante cualquier injusticia.
1. Alguna canción que necesitas escuchar
Descubrí a La Zorra Zapata hace un par de días gracias a una playlist sugerida en Spotify. Nuria, como se llama realmente, es una artista multidisciplinaria originaria de Lima, Perú. Luego de su trayectoria por el arte plástico, la poesía, la actuación y el modelaje, hace algunos años decidió darle vida a un nuevo proyecto musical bajo el nombre de La Zorra Zapata.
Esa es la canción que necesitaba escuchar para no saltarme ni dejar de escribir esta entrada, sin importar el cansancio o la aparente ausencia de motivación. Mirar a otras mujeres hacer lo suyo me trae de vuelta.
2. Algo para un ratito de ocio
Un buen simulador de cuántos muros aún nos faltan por derribar en esta lucha es probando Smash The Walls: rompe la pared en donde sea que pongas el cursor o el dedo.
3. Algún proyecto entre dos hermanas
En una onda un poco más meditativa, encontré una cuenta en Instagram de la que amé las animaciones que hacen que este contenido sea más accesible y bello.
Samādhi Collective es un espacio creado por Kamala y Jahnavi; dos hermanas dedicadas a la espiritualidad y el crecimiento personal a través del sánscrito, la recitación de Yogasūtra, mantras, filosofía, música y arte. Una de ellas, Jahnavi, es quien hace magia con el contenido visual por ser artista, diseñadora y retratista, quien también estudió la tradición de la pintura en miniatura india en Rajasthan.


4. Algo con flores
Parece hecho con AI pero tanta es la duda últimamente sobre su trabajo, que es lo segundo que aclara Jennifer Latour en su biografía. Lo primero es contar que se dedica a “explorar las interacciones entre especies“.
En una era de inteligencia artificial y herramientas digitales sofisticadas, uno de los elementos más impresionantes de la práctica de Jennifer es que cada especie se crea a mano, siendo esculturas orgánicas temporales que luego fotografía en su estudio o, a veces, incluso devuelve sus creaciones a la naturaleza.




Cada pieza es una criatura delicada y surrealista, como una suerte de Frankenstein sublime. Si bien cada una tiene un carácter único y se destaca por sí misma, la serie en conjunto evoca la interconexión que se encuentra en la naturaleza y sirve como recordatorio de que todas las criaturas están unidas simultáneamente tanto por sus similitudes como por sus diferencias.
5. Algo de una tocaya
Gabriela Viridiana, quien al igual que yo se llama Gabriela Estrada, es una artista latinoamericana y ecofeminista. El territorio que habita es la semilla de su obra. Construyó una casa poco común: un nido con paredes que respiran y con techos tejidos, donde la vida interior nace de la conversación con la montaña que la contiene.



En su obra busca acercarse a la tierra desde la escucha, no desde la imposición, pues señalada que “…la naturaleza ha sido explotada por el patriarcado como un capital que abastece de manera inagotable al hombre inconsciente”. Al construirla se abrió una conversación, un tejido, que aún continúa entre la montaña, la casa y ella.
Viridiana busca llevar la casa a otros lugares y así abrir preguntas sobre cómo se ha habitado el mundo y cuál es la manera de hacerlo desde el cuidado y con consciencia. Sus tejidos son abrazos de oveja que nos recuerdan que para anidar hay que acurrucarse cómo lo hicimos alguna vez en el útero, nuestra primera casa, pero esta vez en la tierra que también es un vientre femenino sagrado donde estamos protegidas y llamadas a proteger. La montaña, la casa y el útero son abuelas, son madres y son hijas.
6. Algo de una entrevista icónica
Literalmente, porque Susan Kare dio esta demostración sobre la interfaz de Macintosh en su primera aparición de 1984. Algunos dicen que fue la diseñadora que le puso una sonrisa al primer producto oficial de Apple, haciendo con toda la iconografía una experiencia mucho más amigable e intuitiva para la época. Una absoluta leyenda como mujer.


7. Algo de una artista que merecía justicia
La historia Ana Mendieta no tenía por qué terminar en 1985 y mucho menos merecía un desenlace tan injusto, liberando 3 años después de cualquier sentencia a Carl Andre, su esposo y principal sospechoso de su muerte.
Ana fue una artista cubana de nacimiento pero estadounidense de adopción, que estableció en su obra —escultura, video, fotos, performances— un rico lenguaje muy personal sobre la mujer, la tierra, la belleza, la violencia, los estereotipos y las nacionalidades. Esto incluía camuflajearse desnuda con el entorno, retratarse con barba, recrear escenas de violaciones y sobre todo cubrirse de sangre, consciente de que también esto último podía aludir la violencia en contra de las mujeres.
8. Algo ligero
Lo más viral en mi timeline esta semana fue la cartera de aire Coperni.


La Air Swipe, que parece haber sido sacada de la nave espacial en la peli Arrival, es un clutch casi transparente con forma de huevo que está compuesta por 99% de aire y 1% de vidrio. Según el equipo creativo de Coperni, la porción de vidrio es en realidad el nanomaterial aerogel de sílice, que describen como “muy delicado y no-frágil”. Simplemente el diseño de una nube personal para llevar de la mano.
9. Algún recurso para diseñadores




Te comparto 4 tipografías bonitas y versátiles que podrás descargar de manera gratuita. Puedes apoyar a la cuenta que las diseñó en sus respectivos links.
Climate: bit.ly/438Bhyy
Lastik: bit.ly/4cjquWK
Orbiter: bit.ly/43cV14s
Bricolage: bit.ly/3Vt3Cy7
10. Algo de un podcast
Aprovecho de compartir que hoy se publican para todas las demás plataformas 5 nuevos episodios narrados de este universo. Fue posible en tiempo record gracias a que tuve la ayuda de Lisandro en esta ocasión, para editarlos y hacer todo el diseño sonoro que hay detrás. Mi favorito es el Episodio 004 por ser el más sensible.
¡Escúchalo desde tu plataforma favorita!
Spotify: spoti.fi/3IwkpbA
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Amazon Music: amzn.to/49jdAFK
YouTube: bit.ly/3ukLDi1
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Gracias a Elena Sánchez, Caps Briceño, Ma. Virginia Flaviani, Nina Chirinos, Valentina Valenzuela, Nicole Galiano, Sarah Caballero, Andrea Finol, Maga Villareal, Andrea V., Joa Font, Mary Rincon, Cheisalas y Mariaemiliahl por el apoyo a #LQSQI. Van 2 nuevos bonus gracias a ustedes:
Que lo que sea te inspire,